BOLSONARO BAJO ARRESTO DOMICILIARIO: ¿Y AHORA QUÉ?
Ante la guerra arancelaria de Trump y las críticas contra Bolsonaro, se necesita una amplia unidad contra el imperialismo y la extrema derecha
Escribe: Israel Dutra (*)
Las manifestaciones a favor de Bolsonaro del pasado domingo (2 de agosto) fueron relativamente contundentes. Demostraron resiliencia y vigor, a pesar de estar bastante alejadas, numéricamente hablando, de las manifestaciones más grandes registradas por la extrema derecha.
El lunes, Moraes ordenó el arresto domiciliario de Bolsonaro debido a su desacato a órdenes judiciales previas mediante acciones provocativas, por teléfono y en redes sociales, durante las manifestaciones del domingo. La tensión se intensificó a lo largo de la semana. La oposición golpista se enfrentó al Congreso y bloqueó la presidencia, buscando cancelar sesiones e impulsar un acuerdo de amnistía para los golpistas. Los procedimientos legislativos no se reanudaron hasta la noche del 6 de agosto, la misma fecha en que entró en vigor el aumento de aranceles de Trump a las exportaciones brasileñas.
El clima político nacional se ha caldeado, reflejando los acontecimientos que se vienen desarrollando desde hace al menos tres semanas. Existe una escalada política y económica, una profunda división en la sociedad —a pesar de la mayoría consolidada contra la guerra arancelaria de Trump— y una necesidad vital de unidad en defensa de la soberanía.
El rol del PSOL es tener claras las tareas actuales y convocar, en amplia unidad, a las calles ante una situación tensa que se prevé persistirá, anticipando las elecciones presidenciales de 2026.
ESCALADA
Trump actuó con prepotencia, condicionando la guerra arancelaria a la situación política nacional, en una auténtica ofensiva. La respuesta de las instituciones y la mayoría de la burguesía fue negarse de inmediato a aceptar el chantaje.
Bolsonaro volvió a la treta, tras la primera medida restrictiva sobre el uso de tobilleras electrónicas y la detención de Zambeli, convocando las manifestaciones del domingo, que movilizaron importantes bases, especialmente urbanas, vinculadas al ala militante de la extrema derecha, influenciada por Silas Malafaia y otros líderes conservadores. Moraes replicó, redoblando la apuesta, y exigió el arresto domiciliario de Bolsonaro, lo que fue respondido con nuevas amenazas de Trump y una acción concentrada y agresiva por parte de los legisladores de extrema derecha en Brasilia.
La reanudación del proceso se logró mediante un acuerdo entre Motta, Lira y los líderes del partido, y la extrema derecha anunció en redes sociales que implicaba votar sobre la ley de amnistía. Alcolumbre y Motta emitieron declaraciones en las que afirmaban que no se dejarían atrapar por «problemas y chantajes», haciendo hincapié en la votación sobre el proyecto de ley de exención del impuesto sobre la renta.
DIVISIÓN
Dos variables serán decisivas para los escenarios futuros: las consecuencias económicas del aumento de aranceles y la dinámica de las demandas de la extrema derecha (especialmente la amnistía y la defensa de Bolsonaro). Cabe destacar que Trump aumentó aún más los impuestos a la India, a pesar de sus simpatías ideológicas con el primer ministro Modi, lo que demuestra que la articulación internacional de la extrema derecha está directamente subordinada a los intereses de Estados Unidos.
Existe una gran división y polarización en la sociedad brasileña. La cuestión del aumento arancelario también dependerá de variables económicas y geopolíticas, como la magnitud del conflicto entre Estados Unidos y los BRICS.
En el ámbito político, más allá de la evidente anticipación de las elecciones de 2026, el asunto se medirá por el comportamiento de la burguesía. Globo se ha opuesto abiertamente a las acciones de Bolsonaro. Folha, por citar solo un ejemplo, publicó un editorial oponiéndose a la decisión de Moraes al día siguiente del anuncio del arresto domiciliario.
La agroindustria continúa negociando con China, que ha presentado una oferta muy atractiva para las exportaciones de café brasileño, lo que indica una vía de ventajas en el comercio bilateral. En el sector, un hecho importante, aunque poco difundido, es el regreso de Skaf al frente de la FIESP, en sustitución de Josué Alencar y designado por una fórmula única. La pregunta es si Skaf señalará el bolsonarismo o una vía para superarlo, como indican las recientes apariciones de Armínio Fraga.
La mayoría de la burguesía desearía cultivar las bases políticas del bolsonarismo sin Bolsonaro y su clan como protagonistas, optando por una solución al estilo de Milei, un neoliberalismo de choque, donde Tarcísio sería el candidato predilecto en las elecciones internas. Queda por ver qué influencia futura tendrá el bolsonarismo sobre la burguesía y la clase trabajadora, que actualmente ostenta el 20% en algunas encuestas, incluso sin Jair Bolsonaro como candidato, en escenarios con Eduardo o Michelle.
El llamado centrão lo sabe y opera en la vorágine política, negociando y calculando sus pasos, entre sus intereses fisiológicos y parte de su base electoral, parte de la cual se inclina hacia el conservadurismo.
SOBERANÍA
Se plantean los problemas fundamentales: cómo intervenir para evitar un cambio en el equilibrio de poder, cómo promover un programa mínimo de acción y cómo comportarse ante el proceso que se inicia.
En primer lugar, convocar y preparar a fondo manifestaciones capaces de reunir a decenas de miles de personas en tantas ciudades como sea posible, como se hizo, por ejemplo, en el auge de la lucha por el «¡Fuera Bolsonaro!». Una propuesta es aprovechar la fecha del 14, convocada por el movimiento estudiantil, para realizar una manifestación más amplia. Los frentes y sectores sociales deberían reunirse para elaborar un calendario unificado.
Por otro lado, defender la soberanía nacional como forma de proteger el empleo y nuestra economía real, aprovechando la enorme brecha que existe dentro de la clase para defender causas como el fin de la escala de 6×1, la tributación a los ricos y la prometida exención de los tramos del impuesto sobre la renta. Y luchas que siguen expresando necesidades programáticas, incluyendo la necesidad de un embargo energético a Israel y el veto total al «Proyecto de Ley de Devastación».
(*) Israel Dutra es sociólogo, Secretario de Movimientos Sociales del PSOL (Partido Socialista) y miembro de la Dirección Nacional del partido y del Movimiento de Izquierda Socialista (MES/PSOL).
Fuente: https://movimentorevista.com.br/2025/08/bolsonaro-em-prisao-domiciliar-e-agora/