PARA CONSOLIDAR EL PROCESO DE CAMBIO, NUEVA CONSTITUCIÓN MÁS URGENTE QUE NUNCA

Escribe: Jorge Escalante 21/09/202

Dirigente Nacional del Nuevo Perú y de la corriente Súmate

Pedro Castillo asume el cargo de presidente de la República,  en medio de las conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia del Perú, y de una crisis sanitaria, económica y de régimen que azota al país desde el primer trimestre de 2017.  Pero sobre todo bajo una violenta campaña de deslegitimación  por parte de sectores golpistas de la derecha. Este primer mes y medio de  gobierno se inicia en un escenario muy accidentado, sin tiempo para poder hacer una adecuada, ordenada y transparente transferencia, 

El 28 de septiembre, el gobierno cumplirá 60 días y aún no logra estabilidad; por el obstruccionismo sistemático desde el Congreso que lo primero que hizo después que el JNE anuncio que P. Castillo seria el nuevo presidente de la república,  es formar una Comisión para investigar el proceso electoral con el intento de torcer esta gran victoria. En este escenario turbulento llego el “Voto de Confianza”, que para nada  significó una tregua más bien un logro parcial pero importante de la movilización popular, acá también  desde el Congreso; la derecha  intento retroceder la votación.  El objetivo central de estos sectores es  desestabilizar al gobierno y construir el camino a la vacancia, es por ello el permanente cuestionamiento y “terruqueo” al Gabinete donde hace unas semanas lograron hacer renunciar al Ministro de RREE Héctor Béjar  y van por más, el próximo será;  el Ministro de Trabajo: Iber Maraví. Así, pasan los días y los grandes problemas del país no están presentes en la agenda de la derecha congresal, por el contrario, buscan la manera de hacer retroceder las conquistas democráticas como las normativas electorales y acomodarlas a sus intereses y a sus tiempos.

Esta derecha, carente de una visión del país que queremos los peruanos, a mediano y largo plazo, pretende atribuirle al gobierno de Pedro castillo, las consecuencias heredadas de 30 años de un modelo económico y gobiernos serviles a los grupos de poder, incluso problemas globales o a nivel de América Latina como el alza del dólar que en parte se debe a la gran inflación en los EE.UU  producto de la crisis del sistema capitalista que arrastra desde del 2008. 

Para avanzar en el proyecto de recuperar la patria,  el Presidente Castillo debe buscar cohesión en su equipo de gobierno ya que  enfrenta grandes retos:   Batallar una reforma tributaria para recaudar y  reactivar la economía,  sobre todo la economía popular, la generación de puestos de trabajo, retorno seguro a clases presenciales, combatir la pandemia logrando inmunizar mediante la vacuna a toda la población y evitar que la letalidad de covid-19 siga cobrando más víctimas así como reactivar el agro, la atención  alimentaria,  esto como medidas  más transicionales y urgente deben ser  combinadas con ir a un proceso constituyente de esta manera poder realizar cambios estructurales y de contendido político, social, económico y cultural que seria el reto mas relevante.

LO QUE ESTA EN JUEGO

 Estamos  ante una oportunidad histórica que debemos aprovecharla  y dependerá mucho si desde la izquierda y los aliados se logra construir un espacio de confluencia de las organizaciones políticas, sindicales y populares comprometidas con el proyecto de recuperar el país, en esta perspectiva, no hay lugar para los sectarios y políticas autoproclamatorias, la fragmentación del movimiento es contrario al espíritu y voluntad unitaria de los trabajadores y el pueblo que se expresó durante 43 días de lucha y movilización permanente  en todo el país. Lo  que se está jugando  es empezar los cambios que favorezcan a los trabajadores y a los millones de trabajadore/as  olvidados por los gobiernos corruptos  al servicio de la CONFIEP y las multinacionales, estamos obligados a avanzar para  bloquear cualquier salida autoritaria, con características  fascistas de cuyas expresiones las tenemos cotidianamente en pie de guerra contra la voluntad de cambio.

Para aprovechar esta gran oportunidad  es necesario contar con  respaldo, es por ello que en el campo social,  es importante fortalecer el FRENTE NACIONAL POR LA DEMOCRACIA Y LA GOBERNABILIDAD (FNDG). Ante la falta de una dirección de peso en el movimiento popular y mientras la construimos, surge este espacio al calor de la lucha contra los intentos golpistas.  El FNDG tiene que servir como palanca de apoyo, de organización  y de movilización, tanto para impulsar campañas por las iniciativas desde el gobierno así como también  para el proceso constituyente, generando a nivel nacional una gran fuerza popular que lleve adelante no solo juntando firmas sino impulsando un proceso de  concientización en la población. Este  espacio  se encuentra en construcción en muchas regiones (Tumbes, Piura, Cajamarca, Lambayeque, Chimbote, Lima Tacna, Arequipa, Huancayo etc.) sigamos alentando su desarrollo, en las provincias y distritos del país incorporando a las organizaciones sociales, gremiales, barriales, colectivos de mujeres y de jóvenes, de los pueblos originarios etc. de esa manera fortalecer una gran red social articulándola con tareas concretas y generando espacios donde podamos discutir con fraternidad y democracia nuestros acuerdos y diferencias. 

PARA CONSOLIDAR  LOS CAMBIOS; CONDUCCION POLÍTICA Y CAMPAÑA POR  LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE.

No está demás reafirmar que todo lo que hace  la derecha tiene como único objetivo  cuidar sus privilegios e  intereses económicos, dejando de lado las necesidades de las grandes mayorías. Por ello ha lanzado una campaña de firmas por NO AL REFERÉNDUM CONSTITUYENTE,  dejando clara su postura de que no quieren que nada cambie en el Perú,  que todo siga igual y como reaseguro, Roque Benavides, dueño de minas, que amasó grandes fortunas explotando a mineros, ex presidente de CONFIEP  ha decidido formar su partido “Alianza Democrática”. La crisis de régimen y el descredito con los partidos y políticos tradicionales, ha hecho que hoy en día los mismo empresarios  quieren ser los guardianes de sus privilegios y fortunas, buscando la manera de continuar lucrando con el abuso de poder y la corrupción.

Desde nuestra perspectiva;  humildemente hacemos un aporte para buscar direccionar  el rumbo político del gobierno del pueblo, y pasa principalmente por  conformar una conducción política unitaria a partir de los aliados de la coalición, para consensuar  objetivos y estrategias, de esa manera orientar el proceso de cambio tanto a corto, mediano y largo plazo; un proceso que trabaje codo a codo junto  al gabinete y al presidente Castillo. En segundo lugar, es necesario dejar de lado todo tipo de política autoproclamatoria y sectaria que solo beneficia  a estos sectores reaccionarios. 

Fortalecer el Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad (FNDG)  como apoyo organizado y movilizado, de esa manera contar con el gobierno y el pueblo organizado,  podremos avanzar en los cambios que requerimos.

Pero lo más importante; a nuestro parecer,  para consolidar este proceso de cambio además de lo recién  sugerido, es clave iniciar la campaña de firmas y concientización por una Asamblea Constituyente, pero tiene que impulsarse no solo desde las bases, sino principalmente desde el Poder  Ejecutivo, con  un sistemático plan de comunicación e información a la población de la necesidad de implementar un nuevo pacto social vía un referéndum por una Asamblea Constituyente. El motor de este tren constituyente es el mismo presidente Pedro Castillo, necesitamos que tenga ese mismo entusiasmo que puso en la campaña electoral anunciando que sería un gobierno por el cambio y anunciaba con fuerza y compromiso una Nueva Carta Magna, revisar los TLC, etc.  urge no dejar que la derecha imponga su agenda macartista y de miedo; también se debe tomar valor para denunciar sus mezquinas  pretensiones de vacar a este gobierno del pueblo para recapturar el Estado como si fuera un botín  de guerra. Esta gran oportunidad histórica, debe estar al servicio de un objetivo central, avanzar en las reivindicaciones democráticas  planteadas y coreada en las calles en repetidos momentos, y que culmine en una gran Asamblea Constituyente democrática, popular, plurinacional y paritaria. De esta manera podremos estar  en mejores condiciones para una confrontación más de fondo  contra  este sistema de globalización capitalista y  neoliberal que viene haciendo agua en la región,  provocando la movilización popular  y la lucha en muchos países hermanos como en Chile y Colombia, por dar un par de ejemplos.