Cuarta Internacional: Solidaridad con el pueblo peruano

Contra el gobierno golpista y asesino de Dina Boluarte!

Nuevas elecciones inmediatas y Asamblea Nacional Constituyente

A mediados de diciembre, grandes y combativas  movilizaciones  han tomado las calles y plazas de las principales ciudades de Perú, en un levantamiento motivado por el golpe perpetrado el 7 de diciembre por el Congreso de mayoría derechista, que destituyó e hizo detener al presidente electo Pedro Castillo – por el mecanismo de la decretación de vacancia (una suerte de impeachment). El Congreso sustituyó a Castillo por su  vicepresidenta, Dina Boluarte. Las movilizaciones populares  han levantado  las consignas de nuevas elecciones generales, Asamblea Constituyente y liberación de Castillo. Desde entonces, el gobierno golpista de Boluarte,  apoyado por todos los sectores burgueses y reaccionarios del país, reprime fuertemente a los que se oponen al golpe instiitucional, con un resultado en sangre de 30 muertos  y 700 heridos, de los culas 300 policías. [Los números son de la Defensoría de Pueblo del Perú]

El gobierno Boluarte, títere del Congreso golpista,  se ha jugado a estabilizarse combinando una dura represión con una fuerte campaña mediática de «pacificación» del país, a través de la cual criminaliza a los opositores, justificando detenciones y enfrentamientos. Así, refuerza la represión estatal: ha  declarado estado de emergencia a nivel nacional desde el 15 de diciembre, recurriendo a las Fuerzas Armadas para contener a las manifestaciones. En aquella fecha se produce una masacre militar en Ayacucho,  con la utilización de proyectiles de bala a mansalva, llegándose a registrar ocho manifestantes asesinados. Boluarte recurre a la policía política (la Dircote) y los grandes medios de comunicación para estigmatizar y criminalizar a los luchadores populares y ensaya movilizaciones por la “paz” en algunas regiones, con las bases sociales de la ultraderecha en su objetivo burdo de legitimar a las fuerzas represivas. Es así como en estos días, para enfrentar una jornada de luchas y paros convocada por la oposición para miércoles 4 de enero, el gobierno ha convocado a una «manifestación por la paz» en Lima.

La crisis del sistema político fujimorista

El golpe y la reacción popular en contra del Congreso y la nueva presidenta son  la culminación violenta de la crisis político-institucional profundizada hace cinco años, periodo durante el cual cuatro expresidentes fueron condenados por corrupción (uno de los cuales se exilió, otro se suicidó en prisión domiciliar) y tres, elegidos por el Congreso, renunciaron entre 2020 y 2021. La tragedia peruana tiene buena parte de su origen en la actual Constitución, promulgada por el dictador Alberto Fujimori, en 1993, que instituyó el financiamiento empresarial de partidos y candidatos – lo que garantiza mayoría casi perpetua a las fuerzas más conservadoras y pro-empresariales –además de permitir que el Ejecutivo esté constantemente bajo la amenaza de destitución por el Congreso.

Elegido en un proceso extremadamente polarizado y con opciones políticas ultrafragmentadas (31 candidaturas en la primera volta), el maestro rural y dirigente sindical Pedro Castillo – candidato de Peru Libre – llegó al poder en junio de 2021. Gobernó acosado por una élite limeña racista, la ultra derecha populista de Keiko Fujimori (la hija del dictador, que lo enfrentó en segunda vuelta), un parlamento y una prensa golpistas, que jamás han digerido a un sindicalista de origen campesino y del interior como mandatario. Los grandes medios de comunicación, la ultraderecha parlamentaria y la Fiscalía de la Nación lo han asediado permanentemente, con un sistemático freno a los proyectos de Ley del Ejecutivo, apertura de seis juicios  fiscales en tiempo récord contra el presidente y  sucesivas mociones de vacancias e interpelaciones. Paralelamente, las bancadas de derecha y ultraderecha impidieron un antes posible  Referéndum Constitucional y alteraron el equilibrio de poderes con reformas constitucionales que limitaron los mecanismos que permitirían cerrar el congreso tan odiado por las mayorías populares. Era totalmente claro que la mayoría reaccionaria del Congreso buscaba derrocar a Castillo y recuperar el control total del Ejecutivo.

Pero, en lugar de apoyarse en las organizaciones populares para cumplir con las promesas de cambio por las que el pueblo votó, Castillo fue cediendo a las clases dominantes, separando a ministros progresistas o de izquierda, e incorporando en su gabinete a tecnócratas neoliberales. En menos de año y medio, perdió la iniciativa política e  intentó decretar un frustado “estado de excepción”, sin bases  ni correlación de fuerzas para eso. La maniobra tuvo como respueta el golpe del Congreso, el que se aprobó en nueve minutos, sin derecho a defensa y desconociendo los procedimientos  establecidos en la misma reglamentación de la institución parlamentaria. De esta manera, Perú se suma a Honduras, (2009), Paraguay y Brasil en una historia de golpes institucionales (parlamentarios, judiciales y mediáticos) a través de los cuales importantes fracciones de las burguesías neoliberales latinoamericanas logran deshacerse de gobiernos que les molestan o ya no les sirven.

Gobierno y Congreso ilegítimos

Agente del golpe, el Congreso peruano actual ha comprovado que no tiene la legitimidad democrática  para continuar su gestión, además de nunca haber tenido poder constituyente. Tras la vacancia aprobada irregularmente contra Castillo el 7 de diciembre y la brutal represión del gobierno ilegítimo a las manifestaciones populares, se hace necesaria y urgente la destitución de Boluarte, con un llamado a nuevas elecciones para presidente y un nuevo Congreso.   

El profundo desgaste popular del sistema político peruano nacido del fujimorismo requiere – como sabia y valientemente reclaman quienes se levantan contra el Congreso y el Presidente golpista –  un nuevo proceso constituyente, democrático y soberano, que reescriba las reglas del juego a favor de las mayorías.

La Cuarta Internacional expresa su  solidaridad  con las movilizaciones populares en Perú y nuestro apoyo activo a sus reivindicaciones, empezando por el fin imediato de la represión a las protestas, la libertación de todos los presos y una investigación profunda, con observadores internacionales, sobre las muertes, lesiones y prisiones perpretadas por las Fuerzas Armadas y policías. 

Hacemos un llamado a todas las organizaciones revolucionarias y progresistas del mundo para denunciar al golpe que ha derrocado Castillo, el gobierno autoritario de Dina Boluarte y al Congreso golpista, ante la brutal represión que despliegan en el país andino.

¡NO AL ESTADO DE EMERGENCIA!

¡ABAJO EL GOLPE PARLAMENTARIO!

¡FUERA DINA BOLUARTE!

¡LIBERACIÓN DE TODOS LOS PRESOS! ¡INVESTIGACIÓN SOBRE LAS MUERTES Y CASTIGO A LOS ASESINOS!

¡POR UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE!

Buró ejecutivo de la Cuarta Internacional

4 de enero 2023