TERCER GABINETE: EL LABERINTO DE PEDRO CASTILLO HIZO PERDER EL RUMBO DEL CAMBIO
JORGE ESCALANTE , dirigente Nacional de la corriente “SÚMATE”, 02/02/2022
En medio de amenazas de golpe, pedidos de vacancia y una crisis institucional que no deja de profundizarse, el Gobierno de Castillo con este tercer gabinete se alejó de uno de los objetivos fundamentales para los que fue electo: arrojar a la basura de la historia la antidemocrática constitución fujimorista del 93 y el proceso de cambio.
Desde el posicionamiento del 2 gabinete, el gobierno marco un corrimiento hacia el centro y el supuesto objetivo de obtener consensos para tratar de “no irritar a la derecha”. La historia nos ha dado numerosos ejemplos, en el Perú con Ollanta y en América latina donde gobiernos que llegaron con discursos de izquierda terminaron adaptados al régimen cada vez que se han perseguido esos «consensos», los cuales son imposibles de alcanzar, ya que la derecha termina exigiendo rendiciones incondicionales, ya que si le cedes luego vienen por más, buscando las condiciones para provocar su caída.
Más allá de las discrepancias entre la ex Premier M. Vásquez y el presidente Castillo ante el caso Avelino Guillen (ex ministro del interior) y su carta de renuncia aceptada precipitadamente por el presidente, provocando una nueva crisis y el portazo de la Premier. En este marco de crisis y búsqueda de consensos por parte del presidente Castillo, y con este tercer gabinete, va más allá de una corrida al centro, en esta ocasión se desvanecen las esperanzas del movimiento popular de cambios de fondo y una nueva constitución. Un gabinete que refleja un refrito que incluye centristas, liberales y de centro derecha, encabezado por Héctor Valer un tránsfuga que participo en varios partidos políticos, y que su última incursión política fue siendo congresista de Renovación Popular del fascista Rafael López Aliaga y como buen tránsfuga termina siendo parte de “Perú Democrático” de Guillermo Bermejo, sector que hace poco rompe con “Perú Libre” (PL). En este escenario entra el partido de gobierno “Perú Libre” PL de Vladimir Cerrón, que criticaba a diestra y siniestra calificando como “caviares” a las organizaciones que acompañaban este proceso, y que se autodenominaban “la dirección” de este proceso de cambio, ahora son parte de este laberinto politico de Pedro Castillo donde perdió el rumbo de este proceso y la gran oportunidad de realizar los cambios que se requieren.
Este tercer gabinete era esperable a «la búsqueda de consensos». Ahora bien; hagámonos algunas preguntas para sacar lecciones. Siempre es bueno tener claro los objetivos y no perdernos en la confusión: ¿por qué, los que queremos cambios damos la pelea por la Asamblea Constituyente Libre y Soberana, un eje fundamental en este proceso? ¿Por qué entendemos que no hay cambios posibles a favor de las grandes mayorías en el marco de la constitución del 93? Y también es legítimo preguntar, ¿este régimen puede otorgar a las grandes mayorías la posibilidad democrática de definir su destino libremente? ¿Podemos “acordar” en un “Acuerdo Nacional” la posibilidad de que se expresen sin límites las aspiraciones populares, en una asamblea que sea, realmente soberana?
Respondamos estas interrogantes y saquemos conclusiones, las experiencias nos ayudan a buscar salidas, el hecho de que un gobierno cambie de rumbo no significa que está todo perdido, mientras exista luchas y organización siempre abra posibilidad de cambios, y ese camino están lleno de contradicciones y obstáculos a superar. No perder de vista el norte de la lucha es importante.
- La Constitución Fujimorista vigente limita las decisiones en beneficio de los poderes constituidos. No sólo declara la inviolabilidad de la propiedad privada, enajena nuestras riquezas naturales en favor de las empresas imperialistas depredadoras del medio ambiente y la tierra, sino que además, las ampara dándole carácter constitucional al mantenimiento del secreto bancario, deja absolutamente en claro que cualquier declaración de igualdad jurídica será puramente formal y sin efectividad práctica.
- Eliminar estas barreras antidemocráticas significaría terminar con los límites para que las inmensa mayoría de la población decida que “hacer y deshacer” por encima de cualquier institucionalidad consagrada por el poder constituido.
- Está muy claro que estas instituciones vigentes, los partidos políticos, parlamento y lobbyes empresarios demuestran todos los días que están en contra de la voluntad que se pronunció en las urnas y se exprese en las calles. Implementar, por ejemplo, la efectividad de los jueces y la revocabilidad de los cargos públicos; tomar la medida de que ningún funcionario gane más que una profesora para eliminar la casta política que gobierna para los capitalistas; el derecho a presentarse a elecciones a cualquier colectivo de personas; debatir sobre la persecución a las minorías, el derecho al aborto legal, nacionalizar las minas, la banca y los principales recursos del país, volver a debatir la propiedad del campo, planificar la economía, entre otros puntos serían aspectos a debatir en una asamblea constituyente libre y soberana.
A GANAR LAS CALLES EXIGIENDO QUE SE CUMPLA LAS PROMESAS Y UNA NUEVA CONSTITUCIÓN
Con mucha desilusión y mucha bronca, pero con firmeza de una salida de fondo. Planteamos primero que nuestra voluntad en apoyar y ser parte del gobierno de Pedro Castillo era en base a un acuerdo firmado por Castillo y por Veronika Mendoza figura pública del Nuevo Perú, el aporte nuestro fue empujar el proceso de cambio y aconsejar al Presidente marcando los desaciertos pero sobre todo una propuesta estratégica, que pasaba fortalecer las organización popular para viabilizar este proceso; lástima que no fuimos escuchados. Ahora ante este nuevo escenario y un gabinete adverso, tenemos que deslindar, y exigir que el gobierno de Pedro Castillo cumpla sus promesas que hizo durante la campaña electoral ante miles y que cumpla los acuerdos programáticos firmados con el Nuevo Perú.
Multiplicar toda la energía desplegada en las calles por la juventud, los campesinos y sectores de trabajadores, será la única garantía de imponer la voluntad popular. De allí que no se pueda postergar la discusión alrededor de qué camino tomar para profundizar la movilización y por ende defender los derechos de las grandes mayorías. Para ello debemos desarrollar planes de acción e impulsar, por ejemplo, organización desde el “Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad” en diferentes sectores, en los barrios, entre la juventud, en los lugares de trabajo, en las regiones y provincias.
Así podremos avanzar en un proyecto político socialista, un polo que atraiga a la juventud combativa, a los campesinos pobres, a los trabajadores y también a las mujeres que sufren la opresión patriarcal capitalista, humildemente planteamos que hoy en día pasa por construir el Nuevo Perú. Para Tirar abajo la constitución fujimorista es posible, imponer nuestro programa es posible, podremos impedir los golpes institucionales disfrazados de vacancia.
La unidad y la movilización nos indican el camino por el que deberemos transitar.